Historias de venezolanos que se fueron de Panamá totalmente decepcionados

Historias de venezolanos que se fueron de Panamá totalmente decepcionados

El texto siguiente pertenece a un comentario que el usuario David Ocaña dejó en un artículo de esta página web y a continuación está la respuesta que le ha dado Marjurie Rivero respecto a la misma situación y que nos pareció pertinente publicarla, debido a que en este portal promovemos todas las visiones y puntos de vista sin censura de ningún tipo:
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Esto dijo David:
¿Que alguien me explique qué significa ser agradecido con el país que te abrió las puertas? ¿De qué manera demuestro mi agradecimiento? ¿Caminando de rodillas frente a una sociedad que sabe, que ni siquiera sostiene la puerta para que pase un anciano?
Menos un joven, ¿o a una sociedad que jamás responde a un buenos días?, un taxista que no te lleva y ni siquiera te cede el paso en la calle cuando caminas bajo la lluvia. Resulta que ahora es un acto prepotente, el simple hecho de saludar.
Una economía que lleva «años de crecimiento» como dicen y recalcan unos y otros, donde ha sido un puerto de tráfico de turistas a escala internacional, personas que llegaron desde los sitios más remotos del mundo y las clases sociales más variadas han pasado por Panamá.
¿Y la sociedad local ha aprendido algo de ellos en estos años? ¿Han aprendido normas de cortesía? ¿De atención al público? ¿De responsabilidad civil? ¿De solidaridad?
Probablemente no, porque el slogan que mantienen es «si no te gusta te vas». Yo les tomé la palabra. Después de vivir 6 años en esa ciudad y pagar tres períodos de legalización temporal de aproximadamente $2000 cada uno y pagar al estado el 11% de mi sueldo al mes durante ese tiempo, me fui y estoy feliz porque fue la mejor decisión que pude tomar. Ningún país está exento de un «socialismo», más aún cuando el pueblo no se prepara y no aprende porque lo que dicen es «si no te gusta mi ignorancia, lárgate».
Esto respondió Marjurie:
Que comentario tan acertado, viví en Panamá casi dos años. Y no trabajé por centavos regalando ni trabajo. ¿Trabaje bastante? Si, muchísimo, tanto así que comencé como secretaria y terminé de supervisora de cuatro sucursales de la empresa donde trabaja y la única venezolana era yo.
Es decir, ¡yo supervisaba PANAMEÑOS! ¿que cómo me gane ese cargo? Con mi trabajo, ya que lo hice de calidad y con responsabilidad. Mal no me fue, inclusive en un año amoblé el apartamento tipo estudio donde vivía con mi esposo, y ni era Costa del Este ni tampoco vivíamos 10 personas en ese apartamento. Éramos sólo mi esposo y yo.
Pero me fui porque ya no soportaba la arrogancia, la mala educación y la xenofobia (además del calor insolente). Mis ojos sangraban cada vez que veía una valla con errores ortográficos, cada vez que mandaba un correo y las respuestas de Gerentes y/o Supervisores parecían estar redactadas por niños en edad preescolar.
Además en mi travesía en dicho país ahorré bastante, pero cada dólares me gané o ahorré, me los sudé honestamente, trabajando de lunes a sábado en horario completo de 10 y a veces hasta 12 horas seguidas (que las veía recompensadas cuando llegaba la quincena).
Y felizmente me fui de Panamá y ahora estoy en un país hermoso, un país amigable, un país abierto , sin complejos, este país se llama CHILE!!
SÍ que cambio tan drástico, dos polos opuestos y te cuento que me siento FELIIIIIIIIZZ.
Se emigra para ser feliz incluso mas feliz que en tu propio país y si eres feliz es lógico que termines amando a ese nuevo país tanto como al tuyo, porque la felicidad produce amor (es una consecuencia) y me siento enamorada de Chile.
Y para cerrar como recomendó Enrique Vásquez en uno de sus post » Para los que piensan emigrar: si tienen nacionalidad europea no inventen, váyanse para Europa y sino mira hacia el sur de Colombia hacia abajo».
Gracias a dios no perdí un año mas de vida en ese país tan básico llamado Panamá.. y efectivamente Sí Panamá para ellos, para los panameños.
[Los nombres fueron cambiados para evitar retaliaciones]